Hola! Somos dos viajeros entusiastas: yo, un apasionado escritor y fotógrafo, y mi nuevo compañero, Merlot, un husky de 3 meses con un hermoso manto rojo. Juntos, recorremos el mundo en nuestra confiable camioneta 4x4.

Disfruto de la cocina y siempre estoy emocionado por descubrir nuevos sabores mientras viajo. Además, mi pasión por la fotografía me lleva a capturar momentos y paisajes memorables a lo largo de nuestras aventuras.

Valoramos la conexión humana y estamos emocionados por conocer personas de diferentes culturas y compartir historias mientras recorremos nuevos lugares. Estamos abiertos a experiencias auténticas y enriquecedoras, dispuestos a sumergirnos en la diversidad y la hospitalidad de cada lugar que visitamos.

Si tienes interés en compartir tu hogar y conocimientos locales con nosotros, estaríamos encantados de conocerte. ¡Estamos ansiosos por vivir experiencias únicas y crear recuerdos duraderos en nuestra travesía!"

Recuerda personalizar y ajustar este texto según tus preferencias y estilo de comunicación. ¡Buena suerte con tu perfil y disfruta al máximo de tus viajes con Merlot

Warum ich bei Couchsurfing bin

Porque he vivido en varios lugares de Colombia y he decidido embarcarme en un viaje para conocer más de los rincones fascinantes de este hermoso país. A través de Couchsurfing, no solo puedo experimentar la hospitalidad local, sino también contribuir de alguna manera. Me encanta interactuar con las comunidades locales, aprender de su cultura y tradiciones, y compartir mis propias experiencias y conocimientos. Estoy emocionado por conectar con personas auténticas y genuinas, y aportar lo que pueda en mis travesías. ¡Vamos a crear recuerdos memorables juntos

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Eine tolle Erfahrung, die ich gemacht habe

Desde que vi la luz por primera vez, supe que mi destino estaba marcado por la aventura. A los tiernos cinco años de edad, ya sentía el ardiente deseo de explorar el mundo que se extendía más allá de los límites de mi hogar. Fue entonces cuando emprendí mi primera hazaña audaz: escapé sigilosamente de mi casa y me escondí en el transporte escolar, solo para tomar un bus que me llevaría a un viaje de una hora y media hasta mi escondite secreto.

A medida que los años pasaban, mi espíritu aventurero se fortalecía. A los quince años, desafié las restricciones impuestas por mis padres y me lancé al desconocido. Sin permisos ni miradas preocupadas que me contuvieran, atravesé gran parte de Venezuela, como si mi destino estuviera inscrito en los mapas que me guiaban.

Caracas, Barquisimeto, Margarita, Puerto La Cruz, Choroní, Cuyagua... Nombres que resonaban en mi mente como melodías de libertad. Exploré cada rincón, absorbí cada color y aroma, y dejé que la esencia de cada lugar se impregnara en mi ser.

Luego, en el año 2014, llegué a Colombia. Desde La Guajira hasta Capurganá, mis pies no dejaron de bailar sobre la tierra que se desplegaba ante mí. Descubrí el maravilloso archipiélago de San Bernardo, con sus islas paradisíacas que parecían sacadas de sueños olvidados.

Bogotá, Medellín, Guatapé, Santa Rosa de Cabal, Chinchiná, Cali, Lago Calima... Cada ciudad y cada paisaje se convirtieron en pinceles que pintaban mi historia. Recorrí Santander, con su aire de valentía y la grandeza del cañón de Chicamocha que me observaba con ojos imponentes.

Villa Vicencio y Villa de Leyva, dos joyas encantadas por el tiempo, me abrieron las puertas de sus encantos históricos y naturales. En cada paso que daba, sentía que dejaba una parte de mí en cada lugar, fusionando mi esencia con la tierra misma.

Así, mi vida se ha convertido en una sinfonía de travesías, guiadas por mi insaciable sed de aventura. Cada destino es un capítulo más en mi obra literaria, un relato que cuenta la historia de un espíritu inquieto que se niega a ser domado.

Un alma nómada que busca la grandeza en cada paso, y que se nutre de los encuentros y descubrimientos en cada viaje.

Lehren, lernen, teilen

Desde que vi la luz por primera vez, supe que mi destino estaba marcado por la aventura. A los tiernos cinco años de edad, ya sentía el ardiente deseo de explorar el mundo que se extendía más allá de los límites de mi hogar. Fue entonces cuando emprendí mi primera hazaña audaz: escapé sigilosamente de mi casa y me escondí en el transporte escolar, solo para tomar un bus que me llevaría a un viaje de una hora y media hasta mi escondite secreto.

A medida que los años pasaban, mi espíritu aventurero se fortalecía. A los quince años, desafié las restricciones impuestas por mis padres y me lancé al desconocido. Sin permisos ni miradas preocupadas que me contuvieran, atravesé gran parte de Venezuela, como si mi destino estuviera inscrito en los mapas que me guiaban.

Caracas, Barquisimeto, Margarita, Puerto La Cruz, Choroní, Cuyagua... Nombres que resonaban en mi mente como melodías de libertad. Exploré cada rincón, absorbí cada color y aroma, y dejé que la esencia de cada lugar se impregnara en mi ser.

Luego, en el año 2014, llegué a Colombia. Desde La Guajira hasta Capurganá, mis pies no dejaron de bailar sobre la tierra que se desplegaba ante mí. Descubrí el maravilloso archipiélago de San Bernardo, con sus islas paradisíacas que parecían sacadas de sueños olvidados.

Bogotá, Medellín, Guatapé, Santa Rosa de Cabal, Chinchiná, Cali, Lago Calima... Cada ciudad y cada paisaje se convirtieron en pinceles que pintaban mi historia. Recorrí Santander, con su aire de valentía y la grandeza del cañón de Chicamocha que me observaba con ojos imponentes.

Villa Vicencio y Villa de Leyva, dos joyas encantadas por el tiempo, me abrieron las puertas de sus encantos históricos y naturales. En cada paso que daba, sentía que dejaba una parte de mí en cada lugar, fusionando mi esencia con la tierra misma.

Así, mi vida se ha convertido en una sinfonía de travesías, guiadas por mi insaciable sed de aventura. Cada destino es un capítulo más en mi obra literaria, un relato que cuenta la historia de un espíritu inquieto que se niega a ser domado.

Escrito por Rafael Chaparro, bajo la influencia de un alma nómada que busca la grandeza en cada paso, y que se nutre de los encuentros y descubrimientos en cada viaje.

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Länder, in denen ich gelebt habe

Colombia, Venezuela