Desde siempre fui un poco caprichoso, quería tenerlo todo; que si aquel coche de juguete, aquel juego de construcción, esa bicicleta...Mis familiares me decían que ahorrara, me hacían ver que con dinero podría tener lo que quisiera. Y bueno, en principio así fue, ahorré y me compré la bici, y luego una moto y luego... en realidad podía comprar todo lo que deseaba.
Lo que pasa es que ahora no quiero nada, no hay nada que quiera conseguir que me quite el sueño, como lo hacía aquella bici que estaba en el escaparate de mi infancia y que tenía que ser mía. Y si hay algo que en verdad deseo, eso no lo puedo comprar.
El otro día, hace unos meses, andando con prisas por la calle, como solemos andar todos, casi sin fijarnos en lo que tenemos al lado, me encontré muy de cerca con un rostro. Iba yo tan despistado que me choqué con él, frente a frente. Mi primera sensación fue de fastidio, “¡la gente podría andar con más cuidado!” pensé, cuando era yo el que iba completamente abstraído y tenía parte de la culpa del choque. Pero, en seguida, me pareció reconocer aquellos rasgos que inmediatamente dibujaron una sonrisa. “¡¡Luis!!” escuché, y me vino de repente un nombre y apellidos a la mente, una fila y un pupitre en el aula, unos recuerdos de patio de colegio y una sensación de profunda felicidad. Era mi amigo, quizá el mejor, o uno de los mejores amigos del colegio (entonces tenía yo muchos “mejores amigos”). Pasamos el día contándonos batallitas y, a partir de ese momento recuperamos la amistad.

Esto podría haberse quedado como una mera anécdota, si no hubiera sido por la conexión que me hizo sentir, y que viví como una señal.
Lo importante, lo que hizo que ese encuentro casual cambiase mi vida es la felicidad inmensa que sentí, tan grande como la que sentí cuando conseguí mi primer coche de juguete, o aquella bicicleta. Era una sensación que no había tenido desde entonces y comprendí que si la vida merecía la pena, era precisamente por estos instantes. Algo había cambiado en mí, mi mirada era ahora diferente, empecé a ver las cosas de otra manera.
Total, que a partir de entonces decidí dejar de trabajar como lo hacía, estando siempre agobiado para acumular un dinero que supuestamente me haría feliz, y empecé a hacerlo para hacer realidad lo que un día soñé, trabajar sólo para ayudar a los demás. Empecé hace unos meses con el protecto; "Arte Soslidario" donde trabajo a tiempo parcial.
Entonces el concepto “trabajo” cobro para mí un nuevo sentido, ya no tenía ninguna connotación negativa, ya no era ese tiempo de mi vida que de alguna manera tengo que sacrificar haciendo lo que no me gusta, o lo que no me gusta del todo, para poder hacer las cosas que sí que quiero hacer. Esa negatividad del trabajo hacía que no disfrutase siquiera el ocio, sentía que vivía una vida compartimentada, prefijada, estructurada, previsible, aburrida.

No se prospera en la vida si se encierra uno en uno mismo y cifra la felicidad en lo que desea conseguir sin mirar alrededor. Uno se va haciendo en la vida viviéndola. Se hace en el encuentro con los otros, con otras personas distintas que cambien su punto de vista, con otros países y culturas de los que aprender nuevas formas de pensar, de sentir y de vivir. Lo que quiero es que mi trabajo sea mi juego, que se base en este encuentro, porque he llegado a entender que eso es lo que me importa. Trabajar para generar mas amor en vez de mas dinero.
"Y, qué es trabajar con amor? Es tejer la tela con hilos extraídos de vuestro corazón como si el ser amado por vosotros fuera a usar esa tela.
Es levantar una morada con cariño, como si el ser mas amado por vosotros fuera a vivir en ella.
Es sembrar con ternura y cosechar con alegría, como si el ser más amado por vosotros fuera a alimentarse con los frutos.
Es infundir en todas las cosas que creáis el aliento de vuestro propio espíritu."
Jalil Gibrán.

Hay mucho mundo por construir y está en el terreno de la cooperación y la solidaridad, para pensar, sentir y vivir de otra manera y así ensanchar el mundo.

Todos sabemos o hemos oído que el mundo empieza a cambiar por uno mismo y por lo que tiene alrededor. Por eso quiero aportar mi grano de arena con vuestro proyecto y hacerlo mío.
Antes la falta de tiempo me hacía rehuir a las personas, me distraían de lo que creía que era importante.
Ahora juego a la vida, y puedo deciros de corazón a partir de ahora que siempre emplearé mi tiempo en ayudar a las personas que lo necesitan de verdad.

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Couchsurfing seems to me a very interesting initiative to help people to know new cultures and to travel the world. I think that if all the people help us and share our experiences the world would work much better.
I would love to be able to teach my city to people who want to know more about my culture and make the stay in Spain easier and fun.

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SIDDHARTHA (H. HESSE), EL ESPEJO VACIO (J. VAN DE WETERING)

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No se prospera en la vida si se encierra uno en uno mismo y cifra la felicidad en lo que desea conseguir sin mirar alrededor. Uno se va haciendo en la vida viviéndola. Se hace en el encuentro con los otros, con otras personas distintas que cambien su punto de vista, con otros países y culturas de los que aprender nuevas formas de pensar, de sentir y de vivir. Lo que quiero es que mi trabajo sea mi juego, que se base en este encuentro, porque he llegado a entender que eso es lo que me importa. Trabajar para generar mas amor en vez de mas dinero.

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